Una de las herramientas más potentes que tiene el ser humano es el AMOR. Amándonos a nosotros mismos y a los demás se activa nuestra capacidad sanadora, sanando nuestro cuerpo físico, nuestro cuerpo mental, emocional y espiritual. También sanamos todo lo que nos rodea actuando como catalizadores ante nuestras circunstancias y las ajenas. 

El acto de Amar es un sentimiento noble, puro, en el que el ser humano expresa su divinidad, todo aquello que es, ha sido y será se concentra en un único acto de compasión. 

Cada vez que das y recibes AMOR se experimenta la alquimia de la vida, la expresión máxima del Ser, donde todo lo demás queda inundado por ese sentir, potenciando cualquier otro sentimiento y acunando aquellos sentimientos que nos perturban para así transformarlos y liberarlos. 

El AMOR empieza por el Amor a uno mismo, no importa la apariencia física las estructuras mentales o el mar de emociones que tengamos, somos únicos, seres que han encarnado en este mundo para Amar y ser Amados sin limitaciones. 

Seres que con unas circunstancias concretas venimos a aprehender de la vida y ella empieza con nosotros mismos. 

Cada célula de nuestro cuerpo desea sentir nuestro Amor hacia ella, así como cada pensamiento y emoción. 

La compasión tiene que empezar por nosotros mismos, aceptarnos y querernos tal como somos, poque esa es la herramienta para la transformación. 

La metamorfosis del Alma se pone en funcionamiento y ese sentimiento de AMOR que emana de nosotros, cual manantial de vida, nutre a todos los seres que nos rodean. 

Vivo Amándome, Amando y recibiendo Amor