Mariquita
y la muerte
Cuentan
que la muerte llegó bien de mañana al pueblo donde vivía Mariquita
porque era muy mayor y había llegado su hora, así que bajó del
tren y empezó a preguntar dónde vivía. El primer vecino que
encontró se lo indicó porque no la había reconocido pero ya le
avisó que, seguramente no la encontraría porque nada más empezar
el día ya salía de su casa a sus diferentes ocupaciones. Y así
fue, al llegar al domicilio de Mariquita no la encontró y preguntó
a otra vecina si sabía donde estaba Mariquita, la cual le dijo:
-A
estas horas suele estar ayudando a Juana con el campo pero si no se
da prisa seguro que ya ha acabado.
Y
le indicó donde vivía Juana
Al
llegar a la casa de Juana, le preguntó por Mariquita a lo cual, ésta
le contestó:
-Sí,
estuvo aquí echándome una mano pero ya marchó, estará en casa de
Manuel que anda enfermo y siempre va a hacerle la comida.
Y
le indicó dónde vivía Manuel
Al
llegar a casa de Manuel, ésta ya se había marchado dejándole un
caldito de lo más rico. La muerte le preguntó si sabía dónde
estaba y éste le contestó:
-Seguramente,
estará cuidando los animales de Lucía que está de viaje visitando
a su madre y le dejó el encargo.
Y
le indicó donde vivía Lucía.
Al
llegar allí y no ver a nadie, preguntó ya desesperada a otra vecina
si sabía dónde podía encontrar a Mariquita y ésta le dijo:
-A
estas horas suele ir a estar con sus hermanas.
Y
le indicó dónde vivían sus hermanas.
Al
llegar allí y comprobar que tampoco estaba, la muerte ni siquiera
siguió preguntando porque ya era la hora de coger el tren de
regreso.
Ya
anocheciendo, Mariquita regresaba a su casa cuando encontró a otro
vecino que le dijo:
-¿Qué,
Mariquita? ¿Y tu cuando te mueres?
-¿Yo?
¡¡¡Pero si no tengo tiempo ni de morirme!!!
Fuente:
Oral
Neus, la misma que el cuento de
“Tengo carícias”
No hay comentarios:
Publicar un comentario