LA PRÁCTICA NO ES EXPERIENCIA ACUMULABLE
Debemos cuidarnos de pensar que nuestra práctica ha llegado a un punto en que podemos suspenderla porque hemos comprendido algo o hemos obtenido algo. Así como nuestra vida no se detiene, sino que ocurre momento a momento, debemos despertar al continuo cambio de esta realidad en nuestro zazen. Cada paso que damos en nuestra vida es el momento único de la propia práctica. Debemos pensar como jardineros y mantener la idea de “cultivar nuestro espíritu” como si se tratara de una delicada planta que requiere de un cuidado constante. En el cultivar está implícito el compromiso de realizar todo el esfuerzo necesario para que nuestro espíritu se desarrolle y dé frutos en nuestra vida cotidiana. Si un jardinero descuida su trabajo, el jardín puede echarse a perder. Independientemente de las condiciones externas o de su estado de ánimo, debe hacer lo que tiene que hacer en el momento presente. Este es el sentido de la práctica continua.
Densho Quintero
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