domingo, 3 de noviembre de 2013




En los antiguos cuentos de hadas no se halla la fórmula para ser feliz. Tampoco en los modernos relatos de la ciencia ficción. Y la razón es que esa fórmula no se puede condensar en pocas palabras como una receta mágica. Pero sí sabemos que los sabios y los maestros espirituales identifican la felicidad con la paz interior.
Y también sabemos que, según ellos, la paz interior se obtiene cuando se actúa de acuerdo a aquello que se ama, aquello que te hace vibrar cada día. Solo podremos ser felices cuando nuestra vida y palabra se unan armónicamente sin quebrar la felicidad de los demás.
Cuando a nuestro paso vayamos dejando huellas de paz y bien que hagan ver al caminante que viene detrás que merece la pena el camino recorrido, a pesar incluso de las caídas y tropiezos.
Ser feliz es SER plenamente y SER plenamente es VIVIR dando lo mejor que somos.

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