viernes, 8 de noviembre de 2013




Elige y ni siquiera voltees a ver lo que dejaste ir. Porque de eso se trata este juego maravilloso llamado vida. Tomas una cosa y pierdes otra. Eliges el camino que quieres andar sabiendo que el otro se ha ido. Realizas los actos del Espíritu sabiendo que no puedes realizar los del ego en el mismo tiempo y en el mismo espacio.
Eliges la libertad dejando de lado las cosas que te esclavizan.

No vengo para afligirte. Talvez prefieras un bálsamo suave que refresque tu piel. Pero yo no te lo daré mientras sigas procurándote tú mismo las heridas que te lastiman. Quiero que levantes tu mirada y te des cuenta de que el bálsamo que esperas de mí es innecesario porque tienes un oasis delante. Quiero que dejes de clavarte las uñas en los brazos. Quiero que dejes de sufrir; que abandones tu debilidad.

Por eso toco este sonoro cuerno de guerra para llamarte a la batalla. Haz estremecer la Tierra y el Cielo con tu voluntad inquebrantable. Exijo de ti lo único que es digno de un águila: que vueles con libertad.

Te amo. Álzate invencible.


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