lunes, 21 de octubre de 2013


UNA ROSA 



De las generaciones de las rosas 
que en el fondo del tiempo se han perdido 
quiero que una se salve del olvido, 
una sin marca o signo entre las cosas 

que fueron. El destino me depara 
este don de nombrar por vez primera 
esa flor silenciosa, la postrera 
rosa que Milton acercó a su cara, 

sin verla. Oh tú bermeja o amarilla 
o blanca rosa de un jardín borrado, 
deja mágicamente tu pasado 

inmemorial y en este verso brilla, 
oro, sangre o marfil o tenebrosa 
como en sus manos, invisible rosa.

J.L. Borges


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