Serie “Cómo alcanzar la paz interior”: 1. Reeducar la mente
Hace
un poco estuve en un curso que impartió Aurelio, mi maestro de
Reiki, que se llamaba “Aprender
a estar en paz”.
Me encantó, puesto que fue un curso recopilatorio de todas las cosas
que había leído y aprendido sobre este tema. Me di cuenta que, si
ponemos en práctica todo
esto, realmente nuestra vida cambia, nos sentimos bien, en armonía.
Así que he pensado empezar esta serie de “Cómo
alcanzar la paz interior”.
La mente
La
mente es una herramienta maravillosa que nos ha hecho evolucionar
como especie. Gracias a nuestra inteligencia hemos conseguido grandes
avances. Pero la mente tiene un problema: sigue
funcionando sin que nosotros la controlemos.
La mente genera 60.000 pensamientos diarios, de los cuales sólo una infinitésima parte los generamos de forma consciente. Es una herramienta sin control, y eso puede generarnos problemas.
La mente genera 60.000 pensamientos diarios, de los cuales sólo una infinitésima parte los generamos de forma consciente. Es una herramienta sin control, y eso puede generarnos problemas.
Las creencias
La
mayoría de nuestros pensamientos provienen de nuestras creencias.
Hay un libro: “Los
cuatro acuerdos”
de Miguel Ruiz, basado en la sabiduría de los antiguos toltecas, que
es totalmente recomendable. El libro relata que todas las personas
tenemos un complejo sistema de creencias (cosmovisión) o paradigma,
adquirido
por influencia social, familiar, educacional.
Llega un momento que esos pensamientos forman parte de la imagen que tenemos de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Los pensamientos que no controlamos acaban creando nuestras creencias: en la vida, en la muerte, en lo social, en lo político,…
Llega un momento que esos pensamientos forman parte de la imagen que tenemos de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Los pensamientos que no controlamos acaban creando nuestras creencias: en la vida, en la muerte, en lo social, en lo político,…
“El
mapa no es el territorio”
. Esta conocida frase de PNL (Programación Neuro-Lingüística)
viene a decir que no experimentamos el mundo directamente, sino por
medio de creencias, que configuran los mapas mentales con los que
entendemos la realidad. Y cada uno tiene su propio mapa mental. Pero
esa no es la realidad.
La
imagen que tengo del resto del mundo, la imagen que tengo de mí, de
mis familiares, de mi pareja, etc., no son más que pensamientos que
he creado a lo largo del tiempo y muchos de estos pensamientos son
creados de forma inconsciente.
Al pasar el tiempo crees, equivocadamente, que tú has creado todos esos pensamientos de forma independiente y la verdad es que la mayoría han sido influenciados por palabras de otras personas o informaciones que te han llegado y has asimilado sin darte cuenta.
Al pasar el tiempo crees, equivocadamente, que tú has creado todos esos pensamientos de forma independiente y la verdad es que la mayoría han sido influenciados por palabras de otras personas o informaciones que te han llegado y has asimilado sin darte cuenta.
Con
frecuencia dichas
creencias adquiridas nos perturban mental y emocionalmente,
creando infelicidad. Pero hay una buena noticia: se
puede modificar el sistema de creencias para
conseguir el anhelado equilibrio interior que lleva a la felicidad.
Fases para reeducar nuestra mente
Para
reeducar la mente debemos seguir las siguientes 5 fases:
1.- Ser consciente de tus pensamientos ¿qué piensas? ¿cuándo? ¿cómo? ¿por qué?
¿Qué
piensas de ti? ¿Qué piensas de mí? ¿Qué piensas de tu pareja? ¿Y
de tus padres?Párate
un momento a observar esos pensamientos.
A lo largo del día, en cada instante, observa tus pensamientos. Sin juzgar las creaciones de tu mente. Esto puede llevarte tiempo y forma parte de la obtención de la paz en tu vida, aunque en un principio pueda parecer una paradoja porque vas a ver que hay muchísimos pensamientos que no te gustan, que no los quieres en tu vida y que, sin embargo, están ahí. Pero no importa, forma parte de algo normal. Nadie nos ha enseñando a trabajar con nuestra mente inconsciente.
A lo largo del día, en cada instante, observa tus pensamientos. Sin juzgar las creaciones de tu mente. Esto puede llevarte tiempo y forma parte de la obtención de la paz en tu vida, aunque en un principio pueda parecer una paradoja porque vas a ver que hay muchísimos pensamientos que no te gustan, que no los quieres en tu vida y que, sin embargo, están ahí. Pero no importa, forma parte de algo normal. Nadie nos ha enseñando a trabajar con nuestra mente inconsciente.
2-. Diferenciar entre los pensamientos que has creado tú y los que te han venido impuestos por informaciones ajenas.
Así,
una vez que has observado, una nueva tarea consiste en separar los
pensamientos “verdaderamente tuyos” de los que no lo
son.
Plantéate cada pensamiento con esa pregunta: ¿realmente yo pienso así? Te darás cuenta de la inmensa cantidad de pensamientos que están ahí sin que tú lo desees. No es bueno ni malo: es inconsciencia.
Aprende a ver los pensamientos que has creado tú a lo largo de tu vida y una vez que los tienes observa este nuevo grupo de ideas y pregúntate cómo han llegado ahí: ¿realmente los has creado tú o son producto de influencias de otros o de informaciones recibidas?
Plantéate cada pensamiento con esa pregunta: ¿realmente yo pienso así? Te darás cuenta de la inmensa cantidad de pensamientos que están ahí sin que tú lo desees. No es bueno ni malo: es inconsciencia.
Aprende a ver los pensamientos que has creado tú a lo largo de tu vida y una vez que los tienes observa este nuevo grupo de ideas y pregúntate cómo han llegado ahí: ¿realmente los has creado tú o son producto de influencias de otros o de informaciones recibidas?
Llegarás
a un punto en el que entenderás que todos tus pensamientos estaban
creados con anterioridad y que de alguna forma han llegado a ti a
través de influencias, a veces deseadas y a veces no.
3.- Diferenciar entre los pensamientos que traen paz a tu vida y los que traen intranquilidad o infelicidad.
Por
supuesto en toda esta maraña de observaciones y estudios puedes
analizar cuáles son los pensamientos que crean paz en tu vida y
cuáles no. Pensamientos como: “soy torpe” o “no puedo con los
pijos” o “nadie me escucha” perturban nuestro pensamiento.La
verdadera paz es la que te hace sonreír desde tu interior. Ahí
no hay posibilidad de engaños.
4-. Desechar todos los pensamientos que crean infelicidad en tu vida, aquellos que no traen paz.
Cuando
eres capaz de dilucidar qué pensamientos son los que te generan paz,
entonces puedes desechar aquellos que no la traen. ¿Para qué
quieres pensamientos que te traen infelicidad?
Cada vez que te observes teniendo uno de éstos pensamientos negativos, elimínalos de tu mente.
Cada vez que te observes teniendo uno de éstos pensamientos negativos, elimínalos de tu mente.
5.- Crear, sólo, pensamientos que traen paz a tu vida.
La
conclusión es sencilla: todo lo que piensas y crees te ha llegado a
través de otros. Ahora es el momento de crear
tus propias creencias,
de forma consciente, por supuesto influenciadas por información que
has recibido, pero conscientemente decidirás qué información dejas
que te influya y cuál no, qué personas dejas que tengan poder sobre
ti y cuales no…
¡Tú
decides que quieres creer!
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