LA CEBOLLA 

La cebolla, en sinergia con otros alimentos (cereales integrales, tomates, frutas y ciertos tipos de ácidos grasos esenciales…) es un gran aliado en la prevención del cáncer de próstata, pulmón hígado, colon y algunos tipos de melanoma. Las variedades más poderosas de la cebolla (aquellas con olor más fuerte) tienen principios activos de interés para combatir el daño a las células causado por el cáncer, o mejor aún para su prvención, debido a su alto efecto antioxidante. Una investigación llevada a cabo en la Universidad Autónoma de Madrid ha revelado que la piel externa de la cebolla contiene sustancias que ayudan a prevenir el cáncer y propusieron utilizar los residuos de este bulbo para elaborar productos beneficiosos para la salud humana. El estudio se concentró en las potencialidades de la capa externa de la cebolla y fue llevada a cabo por científicos ingleses y españoles encabezados por Vanesa Benítez de la citada universidad. Los resultados indicaron que la piel marrón seca de la cebolla contiene componentes fenólicos que tienen cualidades anticancerígenas. También se valorizó la gran cantidad de fibra que ayuda a disminuir el riesgo de contraer enfermedades del tracto digestivo y fortalecen el sistema cardiovascular. Considerando que sólo en la Unión Europea anualmente se desperdician alrededor de 500.000 toneladas de piel externa de cebolla, existe un enorme potencial desaprovechado de sustancias beneficiosas que se pierden y para evitarlo los investigadores propusieron que “una solución podría ser emplear los residuos de la cebolla como fuente natural de ingredientes con alto valor funcional”. El interior de la cebolla también contiene gran cantidad de fructosanos (polímeros con moléculas de fructosa), principios activos estimulantes de la flora intestinal, al igual que compuestos azufrados que obstaculizan la producción de placas de colesterol en los vasos sanguíneos. Puedes leer este artículo en nuestra Web: http://bit.ly/1onZ5W6