jueves, 30 de enero de 2014




Que tu Corazón no se Endurezca.

Entre las primeras lecciones que recibí de mis abuelos se encontraban las siguientes: "Tienes el deber espiritual de ser feliz" y "Cuando hables de los demás, hazlo con elogio, pues nunca sabrás cuánto han sufrido hasta que hayas caminado quince mil kilómetros en sus mocasines". Observa las cosas tal como son, en plena mutación, sin aferrarte a los desequilibrios; observa sus posibilidades y evócalas. Si reconocemos la perfección inmanente en todas las cosas, el canto del cristal que resuena en todos los seres, podemos obtener lo mejor para nuestra familia, nuestra nación y nuestro planeta.


Guardiana del Fuego de la Sabiduría.
Dhyani Ywahoo, Tsalagi.


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