" LIBERANDOSE"
Cuando la cercanía de tu muerte se hizo realidad en el planeta, unos hechos maravillosos se hicieron presentes.
Se difundió la noticia de que te estabas preparando para irte, para dejar este lugar al que llamas hogar.
La noticia fue escuchada por el viento y este prometió soplar y empujarte.
Las nubes escucharon al viento y dieron oleadas de alegría.“Puedes cabalgar sobre nosotras y flotar durante algún tiempo.”
La lluvia dijo:”Voy a lavar el aire”, mientras todas las estrellas se sacaban brillo.
En la presencia de tu muerte inminente la tierra se preparo para liberarte.
La gravedad que te tenia tan atado comenzó a soltarte, gritando:
“Suéltate, suéltate, suéltate y vuela”.
Y mientras flotabas, te vio una ardilla y recordó, recordó como habías salvado, salvado todo aquello que era importante.
Le contó al conejo, que le contó a la tortuga, que le contó al pájaro. “Esta llegando”, susurraron.
El pájaro canto a los cuatro vientos tus memorias.
El canto fue escuchado por un lobo solitario.
Desde la fría tundra, el lobo solitario aullaba su elogio de todas las lecciones que tu habías aprendido tan bien.
Muy lejos, unos enormes pinos escucharon el aullido y supieron que te estabas yendo. Se balancearon, liberando su fragancia para que llegara flotando hasta ti.
El más veloz de los halcones guardó la fragancia, voló alto con la sabiduría propia de los halcones.
El halcón le contó al águila lo que pasaba, este se lanzó en picada y volvió a remontarse hasta que, encontrándose con tu espíritu suelto en el viento lo llevó hasta un alegre arco iris.
El arco iris dijo:”¡Ven, te he estado esperando. Estos colores son para ti!”
Cuando la luna lo escuchó, gritó:”¡Prepárate!¡Se acerca alguien que vivió muy bien!”
Nuevamente las estrellas se sacaron brillo hasta que su luz iluminó todo el universo. Tu alma la vió y supo que estaba volviendo a casa.
A casa, hacia la luz, a casa hacia el sol, al hogar más allá de todo hogar.
Y se encontró con todo lo que siempre había sabido: el misterio silencioso y brillante. La fuente.
El misterio entero explotó esplendorosamente diciendo: “bienvenido, bienvenido, te hemos estado esperando”.
La fuente, con todos los antepasados reunidos alrededor, te abrazó y todos, bailando, festejaron tu llegada.
Mientras que allá lejos, en el mundo que habías conocido, un grupo de tus seres queridos y amigos se reunían para hablar de tus bondades, para cantar tu partida y para recordar por siempre.
Por Sandra Bury ( CUANDO LA MUERTE COMIENZA A LLAMAR )
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