Las 10 estafas y timos más frecuentes en los viajes
Falsificaciones, robo de datos o cambio de divisas, engaños frecuentes
Miles de turistas son víctimas cada año de diferentes tipos de engaños o timos cuando viajan, según explica Peter John, autor del libro Around the World in 80 Scams (Alrededor del mundo en 80 estafas). A pesar de ello, la gente no debería dejar de viajar, sólo es necesario ser más inteligente y precavido, recuerda este autor, quien ha sintetizado las 10 estafas más frecuentes en el mundo de los viajes en un artículo publicado en Skyscanner.
1. El timo de los promotores de hoteles
Cualquiera que haya trabajado a países en desarrollo estará familiarizado con la siguiente escena:
- Llega el bus
- Los charlatanes se amontonan alrededor de los turistas como las abejas a la miel y exigen que los recién llegados usen sus servicios. Habitualmente harán declaraciones completamente engañosas sobre su hotel o tour.
- Los charlatanes más persistentes agarrarán las maletas del viajero y las llevarán hasta un taxi, dejando al turista sin más opción que irse con ellos, o crear una escena llamando a la policía.
2. El timo del taxímetro
En muchos países los taxistas tienen la obligación de usar un taxímetro. Desgraciadamente, aun así pueden engañar a sus pasajeros de varias maneras:
- Los taxistas pueden sencillamente romper el taxímetro y luego pedir lo que les apetezca al final de la carrera.
- Aunque el taxista deje que el taxímetro funcione lo puede manipular de muchas maneras. Por ejemplo, cambiando sus ajustes para que muestre la tarifa más elevada, la nocturna para viajes de día.
3. Robos en cajeros
Aunque no se limita a América Latina, los robos en cajeros son particularmente comunes allí. El modus operandi de los ladrones es el siguiente:
- Los criminales se acercan a alguien que está usando un cajero cuando no hay nadie alrededor, habitualmente (pero no en exclusiva) por la noche.
- Los ladrones entonces sencillamente exigen todo el dinero que la víctima haya sacado.
- Los criminales también pueden distraer al incauto viajero mientras tiene la tarjeta de crédito en la mano, para luego robarla y exigir el código PIN.
- Si los ladrones no tienen prisa pueden llegar a exigir que la víctima retire más dinero de su cuenta corriente.
4. Falsificaciones
Si se puede fabricar se puede falsificar, y si no se ha falsificado ya es porque posiblemente no valen la pena, más que porque los falsificadores tengan escrúpulos o teman el peso de la ley. Por ejemplo:
- Pieles, marfil y medicinas falsas, especialmente en África y en el Sureste asiático.
- Trilobites falsos a la venta en Marruecos y huesos de dinosaurio de plástico en Mongolia.
- CDs y DVDs ilegales por todas partes
- Joyería falsa y objetos de piel falsificados abundan en los mercados de todo el mundo.
- Puros falsos en Cuba y ron falso en Jamaica
5. Las seductoras
Como muchos de los problemas de los hombres jóvenes, esta estafa empieza con alcohol y acaba con problemas serios:
- Una pareja de mujeres atractivas se acerca a la víctima que ya va algo achispada, para al final acabar atrayéndole al bar de su jefe.
- Las mujeres piden champán y la velada progresa. Los hombres no reparan en pedir la carta y no suelen preguntar por el precio de las bebidas.
- Eventualmente, las dos mujeres van al baño juntas… Y no regresan.
- La víctima recibe en este momento una factura astronómica. Si se niega a pagar, los corpulentos seguratas se encargan de amenazarlo físicamente.
Criminales que no tienen nada que ver con la gestión de un cibercafé frecuentado por turistas se aprovechan de políticas de seguridad permisivas para instalar programas espía (spyware) en los ordenadores, que les permitirán obtener datos sobre tarjetas de crédito.
6. Spyware en los cibercafés
Los estafadores no han tardado nada en aprovecharse de la banca por Internet, que muchos viajeros usan cuando están en ruta:
- Los criminales que no tienen nada que ver con la gestión de un cibercafé se aprovechan de las políticas de seguridad permisivas para instalar programas espía (spyware) en los ordenadores.
- Una vez que consiguen los datos de login y contraseñas del usuario es relativamente fácil para los estafadores vaciar las cuentas de la incauta víctima.
- El viajero únicamente detectará el robo cuando se dé cuenta de que su cuenta está vacía.
7. Bandas de mendigos
Uno de los timos más antiguos relacionados con la mendicidad son las bandas de mendigos:
- El líder de la banda reclutará niños, discapacitados o ancianos y les enseñará a persuadir o a robar dinero a los turistas.
- Les exigirá todas sus ganancias y, a cambio, les dará sólo la comida necesaria para sobrevivir.
- Les mantendrá a raya con abusos físicos.
- Quizás les racionará la comida o les atiborrará de drogas para que parezcan más desesperados.
- Es posible que entrene a algunos para que hurten mientras otros se encargan de distraer a los turistas despistados.
8. Controles de documentos fraudulentos
En muchos países es obligatorio llevar encima algún tipo de documento que nos identifique y en el que aparezca una fotografía. Muchos turistas a menudo no son conscientes de esta realidad o sencillamente dejan su documentación en el hotel. Policías falsos (o policías reales) saben que pueden parar a los turistas por la calle y multarles si no llevan sus documentos encima. Este tipo de timo es raro en Europa pero bastante habitual en Asia y Latinoamérica.
9. El timo del cambio de divisas
A pesar de que hoy en día hay cajeros automáticos en todas partes y que las tarjetas de crédito son muy populares, todavía hay muchos viajeros que cambian dinero en las fronteras. Un timo habitual sería así:
- Un viajero quiere cambiar una cantidad considerable de dinero. Se lo da a un cambista.
- El cambista callejero puede intentar colar billetes antiguos y sin valor, o incluso recortes de periódico en el fajo de billetes locales.
- Si el viajero se da cuenta del truco, el cambista sencillamente puede disculparse y entregar billetes genuinos, sin haber perdido nada.
10. El timo de la multipropiedad
Una empresa que gestiona alojamientos en régimen de multipropiedad se compromete a que, si el cliente no está satisfecho con su alojamiento, ellos lo alquilarán y le garantizan unos beneficios interesantes.
La compañía desaparecerá un año o dos después, dejando al cliente sin su dinero. Algunas compañías de multipropiedad fraudulentas a menudo intentan dar a sus timos credibilidad, por ejemplo, mandando a sus clientes documentos de organismos internacionales con apariencia de ser reales… pese a ser completamente falsos.
Artículo de Peter John, autor de Around the World in 80 Scams.
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