miércoles, 11 de junio de 2014




Controlar, agradar, depender

Sé que la libertad es un riesgo. Pero también sé, que solo se ama de verdad si se es libre, Que cuando hay miedo no hay amor y que querer controlar o querer agradar, para no perder lo que se ama, no es amor. Controlar o depender es una adicción que aparece en la vida como el fruto de la falta de seguridad. Inseguridad que no permite amar y disfrutar la vida de un modopleno. Me dices que tienes miedo a perder a tu pareja. Es un sentimiento natural y humano pero, además, revela que desde algún lugar imaginas que tu pareja te pertenece, que es de tu propiedad. No lo amas tal como es, sin condiciones. Le pones la condición de que no te puede dejar y eso es control. El amor que más une es el que más libertad da (Edward Bach). No hay relación que más permanezca que aquella fundada en la libertad. Es frecuente que la bipolaridad se alimente del temor a la pérdida, del sentir abandono y carencia de amor. Un miedo que lleva a extremos de destruir lo que se dice amar para no sufrir la separación o tragar al otro y no dejarlo respirar o vivir en una tormentosa relación… La herida de amor en la persona bipolar es muy profunda pero no significa que incurable. Y parte de la cura consiste en que recupere grados crecientes de libertad, para, así, poder amar. De modo que, todo lo que fomente la dependencia va en contra de tu recuperación. Y depender, como controlar y agradar, son adicciones, drogas que te impiden curar. Está en tus manos comenzar hoy el camino de no depender. No es coser y cantar, pero tampoco es imposible.

EDUARDO   





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