jueves, 12 de septiembre de 2013


Qué es la respiración consciente?


*La Respiración Consciente y sus beneficios.*


Respirar es vivir. Hacer conciente la respiración es estar en el presente, en la fuente de la vida...


La vida humana en la materia comienza con una inhalación y termina con una exhalación.
Esto significa que mientras tengamos vida estaremos respirando, y por lo tanto nuestra vida manifestada depende directamente del proceso respiratorio.
La respiración es una función imprescindible para el buen funcionamiento orgánico. Todas las demás funciones están interrelacionadas entre sí y es por ello que dependen de la respiración para funcionar correctamente.

Conforme inspiramos, sentimos verdaderamente el aire llenando nuestros pulmones. No necesitamos controlar nuestra respiración. Sentimos la respiración tal como es. Puede ser larga o corta, profunda o superficial.
A la luz de nuestra consciencia, la respiración se irá haciendo de forma natural más lenta y más profunda. La respiración consciente es la clave para unir cuerpo y mente y traer la energía de la plena consciencia a cada momento de nuestra vida.

La respiración no requiere esfuerzo ni voluntad, pero es muy importante hacerlo bien.

Quienes respiran mal se debaten entre innumerables dificultades en todos los dominios: salud, profesión, afectividad, etc. Son, por desgracia, la mayoría, porque de hecho todos respiramos más o menos mal. Muchísimos pulmones nunca se ventilan a fondo.


Todos los fenómenos vitales están ligados a procesos de oxidación y de reducción: sin oxígeno no hay vida. Nuestras células dependen de la sangre para su aprovisionamiento de oxígeno; si por nuestras arterias circula sangre pobre en oxígeno, la vitalidad de cada una de nuestras células se encuentra disminuida. Nuestro deber, en sentido estricto, es asegurarles este aprovisionamiento de oxígeno que necesitan.

No solamente se respira muy mal, sino que a menudo la calidad del aire que se respira es más que dudosa. De aquí proviene también la falta de resistencia a las enfermedades, la fatiga, el rechazo a todo esfuerzo físico, el nerviosismo y la irritabilidad.

El aporte de oxígeno es sólo un aspecto de la función respiratoria, pues ésta también abarca la expulsión del CO2. Las células no disponen de ningún otro medio de desembarazarse de los restos que producen, fuera del de arrojarlos a la sangre. La purificación tiene lugar especialmente en los pulmones; además, en los pulmones mal ventilados, innumerables gérmenes pueden desarrollarse en la oscuridad tibia y húmeda que les es favorable. El bacilo de Koch no resiste la acción del oxígeno; la respiración correcta, al asegurar la ventilación completa de los pulmones, inmuniza contra la tuberculosis y contra otras muchas enfermedades del aparato respiratorio.

Si se aprende a respirar correctamente la recompensa es importante; el cuerpo se vuelve fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda la personalidad. La voz también se vuelve dulce y melodiosa. La persona iniciada en el arte de la respiración ya no es presa fácil de la enfermedad. La digestión se hace con facilidad –hay que recordar el apetito que se tiene después de una larga caminata al aire libre. Todo el cuerpo se purifica y se facilita el ser conscientes y el obrar apropiadamente.

Es cierto que una correcta respiración actúa beneficiosamente sobre la salud, pero también sobre el pensamiento y la voluntad. Se puede comprobar cuando se tiene que levantar una carga, pues se levanta más fácilmente después de haber hecho una respiración profunda. En los acontecimientos que suceden en la vida cotidiana, en las relaciones con los demás, es positivo pensar también en respirar, pues ello ayuda a no perder la consciencia y a no caer en la equivocación. Antes de una conversación, por ejemplo, para que la discusión no degenere en disputa, o si se está confuso, es beneficioso respirar conscientemente. Si durante dos o tres minutos se inspira y se espira profundamente los pensamientos se aligeran y se aclaran.


Muchas veces creemos que necesitamos ayuda y la buscamos fuera de nosotros cuando en realidad toda la ayuda la tenemos en nuestro interior.


La forma de respirar y los estados mentales se hallan muy estrechamente conectados. Sólo hay que pensar en la respiración regular y profunda del sueño, en el jadeo de alguien que está muy asustado o en la suspensión de la respiración de alguien que se encuentra profundamente impactado. La respiración es un buen medio para ser conscientes del presente y del propio cuerpo. La regularidad y un ritmo pausado y profundo de la respiración tiene un efecto calmante y disminuye la velocidad del proceso del pensamiento, ayudando a vivir espiritualmente. 

Antes de nuestro nacimiento nuestra madre respiraba por nosotros; pero desde nuestra llegada al mundo, cuando el contenido de CO2 en la sangre aumentó, el aparato respiratorio puso en marcha nuestra primera y profunda inspiración. Los pulmones se desplegaron en la caja torácica: realizamos nuestro primer acto autónomo. Desde entonces, el flujo y el reflujo de la respiración ritman nuestra vida hasta que realicemos el último suspiro. A partir del momento en que se corta el cordón umbilical los pulmones se convierten en la placenta que une al ser humano con la madre cósmica. Si llegamos a comprender el sentido profundo de la respiración sentiremos que poco a poco nuestra propia respiración se funde con la respiración universal. 

La respiración consciente nos aporta bendiciones incalculables en todos los planos de nuestra vida. Es preciso que observemos sus efectos positivos en nuestro cuerpo, en los sentimientos y pensamientos y, también, en todas nuestras facultades, pues la respiración consciente es a la vez una concreción de la vida espiritual y una ayuda de ésta.

Muchos de nosotros respiramos mal en momentos de estrés y tensión. Una característica de la reacción de lucha o huida es la respiración rápida y entrecortada, la falta de aire y la sensación de ahogo en el tórax y la garganta. La relajación consciente y los ejercicios de respiración pueden ayudar a superarlo.


Mientras inspiras y espiras, siente el flujo de aire entrando y saliendo de la nariz.

Al comienzo puede que tu respiración no sea relajada. Pero después de practicar la respiración consciente durante algún tiempo, sentirás cómo se va haciendo más ligera y natural, más calmada y tranquila. En cualquier momento cuando estés caminando, escribiendo en el teclado, o haciendo cualquier cosa, puedes volver a ésta tranquila fuente de vida.


 Cuando se respire rítmicamente, concéntrate en levantar el abdomen al aspirar, y llenar conscientemente de aire la parte inferior, media y superior de sus pulmones. Mientras contienes el aliento, siente cómo se expanden las costillas en la parte anterior y posterior de tu cuerpo; la sensación será como inflar lentamente un globo.

 Cuando sueltes el aire contrae el diafragma como si fuera un fuelle, acercándolo a la espina dorsal. Vacía completamente de aire tus pulmones antes de respirar de nuevo.



Nunca fuerces la respiración. Si tu inspiración es corta, deja que sea corta. Si no es muy tran­quila, déjala que sea así. Nos limitamos a percatarnos de ello, y tras un tiempo, la calidad de nuestra respiración mejorará de forma natural. La consciencia plena de la respiración identifica y abraza nuestra inspiración y espiración como una madre que llega a casa y coge a su niño para abrazarle tiernamente en sus brazos. Te sorprenderá que tras uno o dos minutos, la calidad de tu respiración mejorará. Tu inspiración se hará más profunda; tu espiración se hará más lenta. Tu respiración se hace más tranquila y armoniosa.


*Inspirando, noto que mi inspiración se hace más profunda.

*Espirando, noto que mi espiración se hace más lenta.

Cuando notes que tu inspiración y espiración se han hecho más tranquilas, profundas y lentas, podrás ofrecer esa paz, calma y armonía a tu cuerpo.



Una vez que ya tengas la práctica de hacerlo sólo por la nariz, será el momento para que comiences la práctica inspirando por la nariz y exhalando por la boca.


Beneficios de una respiración profunda:

* Aumenta la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los pulmones. Esto favorece la eliminación de toxinas del sistema.
* Mejora la capacidad del cuerpo para digerir y asimilar los alimentos. Los órganos digestivos, como el estómago, reciben mayor cantidad de oxígeno y, por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz.
* Mejora el estado del sistema nervioso. Debido a la mayor oxigenación -y por lo tanto alimentación- del sistema nervioso que comunica con todas las partes del cuerpo.
* Beneficia el cerebro: el cerebro se beneficia especialmente del oxigeno, y requiere tres veces más que el resto del cuerpo. Esto tiene un impacto fundamental sobre nuestro bienestar.
* Mejora la piel. La piel se vuelve más suave, y se reduce la aparición de arrugas faciales.
* Masajea los órganos. A través de los movimientos de la diafragma durante los ejercicios de respiración profunda, los órganos abdominales -el estómago, el intestino, el hígado y el páncreas- reciben un masaje. Además, el movimiento de la parte superior de la diafragma le proporciona otro masaje al corazón. Estos masajes estimulan la circulación sanguínea en estos órganos.
* Previene problemas respiratorios: Los pulmones logran ser sanos y fuertes, lo que supone un buen seguro contra futuros problemas respiratorios.
* Reduce la carga de trabajo del corazón. Esto produce un corazón más eficiente y más fuerte, que funciona mejor y dura más tiempo. También se traduce en una tensión sanguínea reducida, y una probabilidad menor de sufrir una enfermedad cardiaca.
* Ayuda a controlar su peso. Si tiene exceso de peso, el suministro extra de oxigeno ayuda a quemar las grasas. Si por el contrario, tiene insuficiente peso, el oxigeno alimenta a los tejidos y glándulas.
* Relajación corporal. La respiración lenta, profunda y rítmica provoca un estímulo reflejo del sistema nervioso parasimpático. Esto produce una reducción en los latidos del corazón y una relajación de los músculos.
* Relajación mental. Una mayor oxigenación del cerebro tiende a normalizar la función cerebral, reduciendo niveles excesivos de ansiedad. Concentrarse en la respiración es un instrumento ideal para bloquear los pensamientos extraños, tranquilizar y poner la mente en blanco.

 - Durante el proceso diario de practicar la respiración con conciencia, de forma progresiva estarás alejando la resistencia causando un cambio de vibración que hace que seas más consciente del poder de la intención y la atracción. Cuando respiras así, la vibración de tu cuerpo físico y la vibración del universo desde la Fuente serán la misma. La energía de la Fuente y la tuya serán totalmente unidas y en ese momento tu cuerpo físico se beneficiará enormemente.
De la misma manera que no hace falta saber cómo funciona la electricidad para encender una bombilla y disfrutar de su beneficio, no necesitas comprender el funcionamiento tan complejo del cuerpo humano. Sólo necesitas saber el simple proceso por el cual permites que tus células actúan.
A medida que vayas encontrando y practicando la resonancia con la vibración de la Fuente dentro de ti, la comunicación entre las células de tu cuerpo se optimiza al igual que en todo el cuerpo entero.
Y sencillamente todo comienza con enfocar sobre la respiración consciente para darle a ese interruptor con la intención de gozar del absoluto bienestar físico, emocional y mental.



-Comparto un poema con el que puedes practicar, recitándolo de vez en cuando, mientras sonríes y respiras:


Inspirando, sé que estoy inspirando.
Espirando, sé que estoy espirando.
Conforme se hace profunda mi respiración,
Mi espiración se hace más lenta
Inspirando, calmo mi cuerpo,
Espirando, me siento cómodo.
Inspirando, sonrío,
Espirando, libero.
Permaneciendo en el momento presente,
Sé que este es un momento maravilloso.



Esto se puede acortar recitando una palabra o frase por respiración:

Dentro, Fuera.
Profunda, Lenta.
Calmo, Cómodo.
Sonrío, Libero.
Momento Presente, Momento Maravilloso.

El momento presente es el único momento que es real. Tu tarea más importante es estar aquí y ahora y disfrutar del momento presente.


Besitos y Bendiciones, Viv*

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