jueves, 15 de mayo de 2014




Pepitas de Oro

La meditación se ocupa del centro esencial de tu ser, el cual no puede ser dividido en masculino y femenino. La conciencia es simplemente conciencia. 

Un espejo es un espejo, no es masculino ni femenino, simplemente refleja. La conciencia es exactamente como un espejo que refleja. 

Y la meditación permite a tu espejo reflejar —simplemente 
reflejar— la mente en acción, el cuerpo en acción. No importa que sea un cuerpo de hombre o de mujer; no importa cómo funcione la mente, emocional o lógicamente. 

En cualquier caso, la conciencia tiene simplemente que estar alerta. Ese estado de alerta, esa consciencia, es la meditación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario