Pepitas de Oro
La meditación se ocupa del centro esencial de tu ser, el cual no puede ser dividido en masculino y femenino. La conciencia es simplemente conciencia.
Un espejo es un espejo, no es masculino ni femenino, simplemente refleja. La conciencia es exactamente como un espejo que refleja.
Y la meditación permite a tu espejo reflejar —simplemente
reflejar— la mente en acción, el cuerpo en acción. No importa que sea un cuerpo de hombre o de mujer; no importa cómo funcione la mente, emocional o lógicamente.
En cualquier caso, la conciencia tiene simplemente que estar alerta. Ese estado de alerta, esa consciencia, es la meditación.
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