Del Miedo al Amor
El miedo es una
emoción negativa, profundamente enraizada en nuestro subconsciente, que bloquea
el acceso a nuestros recursos internos y en ocasiones llega a paralizar
completamente nuestra capacidad de respuesta.
Las decisiones que tomamos desde
la emoción del miedo son pobres y en general erróneas, debido a que nuestra
visión se vuelve muy limitada bajo la influencia del miedo.
El principio
espiritual que nos va a ayudar a superar los miedos es comprender que todo lo
que creamos y sustentamos en nuestro espacio interior, finalmente va a impactar
en el exterior o, dicho de otra manera, va a condicionar nuestro
comporta-miento, nuestras palabras y acciones.
Por tanto, un principio básico en
el proceso de liberarnos de los miedos, es darnos cuenta de que no se trata
tanto de luchar contra el miedo como de cultivar en nuestro ser las cualidades
positivas, tales como la paz, el amor, la valentía y la plenitud.
Cuando la
sabiduría, el amor y la paz llenan completamente nuestro corazón y nuestro ser,
en ese momento no hay espacio para el miedo.
El miedo no tiene posibilidad de
controlarnos.
Todo lo que hay en el corazón que no es
limpio ni verdadero, finalmente generará un muro en nuestro interior,
obstruyendo el fluir natural del amor.
Las personas que dicen que no hay amor en
sus vidas en realidad están bloqueadas debido a este muro.
Realmente sí hay
amor, pero simplemente no pueden aceptarlo. El amor debería ser tal que permita
que la honestidad y la ver-dad crezcan.
Es la honestidad lo que nos muestra qué
es el amor, y el verdadero amor nos muestra lo que es la honestidad.
Funciona en
las dos direcciones.
La forma de liberarnos de la dependencia del falso amor es
ex-perimentar a través del silencio y la meditación la conexión con la verdadera
fuente de amor.
Experimentar la dulzura y plenitud del amor verdadero.
Así
reemplazamos el veneno con el néctar y cada vez será más fácil reconocer la
futilidad y el nulo valor del amor falso.
No deberíamos simplemente aceptar
cualquier amor que se presente en el camino, de aquí, de allí, de cualquier
lugar. Si al-guien quiere darte amor, primero observa qué clase de amor está
ofreciendo.
El amor verdadero está libre de deseos egoístas y de expectati-vas.
Para experimentarlo tenemos que conseguir que nuestro corazón esté limpio y
lleno de honestidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario